Este encantador pueblo de la Sierra de Espadán, en la provincia de Castellón, se caracteriza por su entorno natural y su arquitectura tradicional. Rodeado de montañas y frondosos bosques, ofrece un paisaje de gran belleza, ideal para actividades al aire libre como el senderismo. El núcleo urbano mantiene el trazado típico de origen morisco, con calles estrechas y empinadas que conducen a la plaza mayor, donde se encuentra la iglesia parroquial.
Una de las joyas arquitectónicas es el antiguo acueducto, que destaca por su estilo gótico y su función histórica. Este acueducto, construido en el siglo XV, fue diseñado para abastecer de agua a la localidad, aprovechando la abundancia de manantiales en la zona. Está compuesto por varios arcos de piedra, algunos de gran tamaño, que permiten el paso del agua a través de las montañas y valles, subrayando la importancia del agua en esta región montañosa.